La mayor innovación artística de los romanos fue su
concepción del espacio arquitectónico. Un modelo urbanístico simplificado de la
ciudad de Roma –la urbs-, difundido
en todo el mundo romano, se trasformó en el símbolo de la civilización.
A principios del siglo II a.
C., los romanos recurrieron al uso de la argamasa o cemento para paliar la
falta de piedras nobles, así como el mármol. Esta “nueva albañilería” fue la
más utilizada durante toda la época romana. Con la llegada de Augusto al poder,
tanto el ladrillo crudo como el cocido comenzaron a utilizarse en todas las
estructuras, excepto en los muros, en los cuáles se siguió utilizando el
cemento, que servía para unir todos los materiales. Las columnas se construían
con ladrillos. En la misma línea de tiempo, surge el interés por las bóvedas;
la técnica de las bóvedas con clave facilitó la construcción de arcos de
triunfo, cúpulas, grandes termas, puentes, acueductos y cloacas. La
meticulosidad de los romanos en sus construcciones era exacerbada, como podemos
ver en los documentos gráficos que han llegado hasta nuestros días, en los
cuáles se representan los procesos de construcción. En contraposición, la
mayoría de nombres de aquellos grandes escultores se han perdido.
Tipos de Opus que se empleaban en la creación de edificios |
Hasta el siglo II d. C., los
muros de los edificios se cubrían con un paramento mármol, estuco o pintura,
según se tratase de un espacio público o privado, cuyo motivo creaba una
ilusión.
Un urbanismo pensado
La constante remodelación de
los espacios públicos en Roma y los lazos que los unían con los espacios
privados eran a la vez el resultado del senado y el pueblo romano de regular el
urbanismo y de la obligación política del emperador de ofrecer al pueblo obras
arquitectónicas monumentales, como arcos de triunfo, circos, anfiteatros y termas.
Durante el periodo imperial,
se reguló la construcción privada, como forma de evitar accidentes urbanos como
incendios, etc. Roma se convirtió en la referencia de todo el imperio, donde se
imitaba la estructura de foro, y a su alrededor los edificios públicos y
monumentos. Este modelo se puede observar en la propia España, como en Mérida
(teatro), Tarragona (circo, teatro, anfiteatro y foro), Segovia (acueducto) o
Lugo (murallas).
Ciudad de Tarraco, actual Tarragona |
Sin duda, la organización
urbanística era pensada y diseñada para concebirse como un espacio tanto
público, como privado y religioso, y que satisficiera las necesidades del
pueblo romano. No es de extrañar que grandes rasgos de la civilización romana
aún perduren en la actualidad, ya que podríamos decir que son los padres del
mundo que hoy conocemos.
Ha sido un placer, como
siempre, un saludo a todos mis lectores.
Atentamente, F. Lirola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú, ¿qué opinas?