Tras hacer una encuesta hará unas tres semanas, y en la que vosotros mismos pudisteis votar, hoy he elaborado la lista basada en los datos aportados y sumando los puntos dados a cada obra. Antes de nada, quiero decir que tras haber pasado más de 1.500 personas por mi blog durante este periodo, ni siquiera una vigésima parte a contestado a la encuesta, por tanto, posiblemente varias de las obras que estén aquí, no sean las deseadas por la mayoría, o echéis en falta más de una, pero sin participación, no hay garantía. Así que, empecemos.
1. Las Meninas, Diego Velázquez, 1656.
Las Meninas es, casi con certeza, el cuadro más famoso del pintor sevillano. Nacido en el año 1599, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez destacó durante el Barroco español, extendiendo su fama a toda Europa, viajando a Italia dos veces para seguir formándose como pintor. Este cuadro lo realizó durante su última etapa, donde su estilo culminó en estilizadas pinceladas, y gran realismo a base de simplicidad en los trazos. Además, es una de las obras maestras que coronan el Museo del Prado en Madrid.
2. El nacimiento de Venus, Sandro Botticelli, 1484.
Sandro Botticelli fue uno de los grandes maestros del Renacimiento italiano, el cuál desarrolló la mayor parte de su carrera en Florencia. Aunque parezca irónico, el artista, durante los últimos años de su carrera, se dice que fue un pobre moribundo que si no fuera por sus antiguos patrones, hubiera muerto de hambre. Este cuadro lo pintaría 1484, sin saberse a ciencia cierta de quién fue el encargo, inspirándose en la historia de la diosa griega Afrodita. Podremos visitarla en la Galería de los Uffizi, Florencia.
3. El beso, Gustav Klimt, 1908.
La obra más conocida de Klimt, y posiblemente la única que muchos conocerán, pertenece a la corriente artística del simbolismo. Sin ser nada parecido a lo que antes se hubiera visto, este cuadro narra otra de las historias mitológicas griegas, la metamorfosis de Dafne, donde podemos ver a Apolo besando a la ninfa. La singularidad de esta obra la ha echo mundialmente famosa, a pesar de que el autor no sea reconocido a tal nivel. Actualmente, podemos contemplarla en la Österreichische Galería Belvedere de Viena.
4. La libertad guiando al pueblo, Eugène Delacroix, 1830.
Cuando Delacroix pintó este cuadro en el año 1830, quiso representar la revolución que se levantó tras suprimir el parlamento el rey Carlos X de Francia. Su próximo objetivo era vetar la libertad de prensa, pero las distintas clases sociales se alzaron al unísono en contra de estas acciones. Sin duda, es una de las obras más queridas por los espectadores, algo que sin duda Delacroix nunca hubiera imaginado. Hoy la podemos encontrar en el Museo del Louvre.
5. La vocación de San Mateo, Caravaggio, 1601.
Esta famosa obra del controvertido artista Michelangelo Caravaggio fue pintada en los últimos años de su carrera, aunque he de recordar que murió muy joven. Su patrón Francesco Del Monte consiguió este gran encargo eclesiástico al artista, con el fin de poder adquirir, además de dinero, mayor fama. El padre del Tenebrismo no decepcionó a nadie, pintando una de las escenas de la vida del Santo Mateo, en la iglesia de San Luis de los franceses.
6. El caballero de la mano en el pecho, Doménikos Theotokópoulos "El Greco", 1584.
También llamado "El juramento del caballero", es uno de los retratos más conocidos del pintor más famoso del Renacimiento español, El Greco. Siempre enamorado de su preciosa Toledo, el hombre aquí representado es un señor toledano típico del Siglo de Oro español, siendo esta obra una de las cuáles más fama ha dado al pintor, la cuál guarda con gran tesón el Museo del Prado.
7. El caminante sobre el mar de nubes, Caspar David Friedrich, 1818.
Al parecer, Friedrich se quiso representar en las altas montañas suizas, naturalmente, estuvo en el lugar del cuadro. Este gran autor del Romanticismo era un gran apasionado de los paisajes y la naturaleza, representando obras en bordes de lagos, o altas montañas. Además, Friedrich era un virtuoso del Simbolismo, el cuál no se ausenta de esta obra. Para poder ver este precioso paisaje, tendremos que visitar el museo de Kunsthalle, en Hamburgo.
8. La gran ola de Kanagawa, Katsushika Hokusai, 1833.
Una de las pocas obras conocidas por el mundo de un artista Japonés. Si bien esta la única obra que conocemos, tan sólo forma parte de una de las treinta y seis vistas del monte Fuji. La ubicación de Japón, las costumbres y raíces, y las influencias que se han cocida allí durante siglos, hacen que el arte japonés no sea, ni mucho menos, parecido al arte occidental. Aún así, esta magnífica obra no ha pasado tan desapercibida, aunque ahora se encuentre lejos de su lugar de origen, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
9. El grito, Edvard Munch, 1893.
Cuán famosa es esta obra expresionista, como las de cualquier otro pintor, sin embargo, está cargada de angustia, opresión, fuerza. Es lo que quería transmitir el artista cuando la pintó. Pero la explicación a esta atormentada obra es la turbia y dura vida del autor, habiendo perdido a su madre y hermanas (una tenía trastorno bipolar y fue mandada a un centro), este sentía un profundo vacío que nada ni nadie podía llenar. Y cuenta en su diario, que una tarde caminando con sus amigos durante la puesta de sol, se quedó atrás, víctima de la ansiedad, explicando que sintió en su interior un desgarrador grito que "atravesaba la naturaleza". De aquella anécdota sólo nos queda este cuadro, custodiado por la Galería Nacional de Oslo. En 2012, una de sus versiones fue vendida por 120 millones de dólares, un "pellizquito".
10. Guernica, Pablo Picasso, 1937.
El siempre innovador Pablo Picasso nos dejó esta joya del arte español y el cubismo durante su carrera. Como siempre, una serie de figuras amorfas, que parecen haber sido hechas a base de recortes, representan el horror que vio Picasso aquel 26 de Abril durante la Guerra Civil. Si bien esto es una denuncia del horror y el caos y sufrimiento que trae consigo la guerra, su intención moralizadora traspasó las barreras y fue reconocida como una obra maestra de la historia de la pintura. Puede ser vista en el Museo Nacional centro de Arte Reina Sofía.
Bueno chicos/as, comenten, puntúen vosotros mismos, admito que puede que haya obras que falten en esta lista, o que tal vez sea corta, pero con tan pocos datos y poca participación, no puedo hacer mucho más, espero que os haya gustado, un saludo.
Atentamente, F. Lirola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú, ¿qué opinas?