2 may 2013

Hades, el dios del Inframundo

Hoy, en Por el Amor del Art-E, vamos a conocer al dios de la muerte, el inframundo y de los muertos. Como no, quien iba a ser sino Hades, el malvado dios de la película de Disney Pixar, Hércules.
Busto de Plutón (la toga fue añadida posteriormente)
Pero no todo es como Disney lo pinta, sino que hades es considerado por muchos griegos como un
buen dios, incluso piadoso. No tan representado como sus hermanos, no es menos importante, pues imponía incluso más respeto que los otros, ya que este sería el último dios al que conocerían, y sería una experiencia eterna. ¡Vamos a conocer su historia!
Hades nació, y lo primero que conoció fue la barriga de su propio padre y a sus hermanos. Pero gracias a Zeus, salió junto a los demás de la barriga de Crono, que junto con Rea, son los padres de este.
Por lo tanto, ya sabemos que al ser hermano de Zeus, Poseidón, Hera, etc., fue uno de los glorificados junto con Zeus y Poseidón, quienes recibieron una parte de la tierra para cada uno. Así pues, con el inframundo bajo el poder de Hades, su leyenda se forjaría en la "otra vida".
También llamado Hades al inframundo, en este podemos encontrar varios lugares, empezando por los ríos:
  • Aqueronte, el río de la pena o la congoja.
  • Cocito, río de las lamentaciones.
  • Flegetonte, un río de fuego.
  • Lete, el río del olvido.
  • Estigia, que simboliza el odio.
Los griegos entraban al inframundo cruzando el río Aqueronte, guiados por un alma atormentada al servicio del señor de los muertos, Caronte, el barquero. Éste, cobraba por la travesía un óbolo, una pequeña moneda que los griegos ponían sobre (o dentro) la boca del difunto, para que pudieran pagar al barquero. Los pobres o aquellos desgraciados que no tenían ni familia ni amigos debían reunirse en la orilla cercana durante cien años. Los griegos tenían por costumbre ofrecer libaciones para que los muertos no volviesen al mundo de los vivos a atormentar a aquellos que no le ofrecieron un funeral digno. Al otro lado les esperaba el monstruoso perro tricéfalo, Cerbero, perro gigantesco de tres cabezas y cola de serpiente, al servicio, al igual que Caronte y muchos otros, del señor del inframundo.
La primera región del Hades era llamada los Campos de Asfódelos, donde las almas de los héroes caídos vagaban entre espíritus menores. Sólo las libaciones de sangre podían despertarlos de su letargo para hacerlos sentir humanos de nuevo durante un breve periodo de tiempo.
Y más allá, se encontraba el Érebo, un lugar temido, totalmente oscuro (además de ser un dios, el dios de la oscuridad, que por tanto, era todo cuanto era oscuro, como por ejemplo, la oscuridad de la noche). Allí había dos lagos; el de Lete, dónde las almas iban a borrar sus recuerdos e identidad, y volvían posteriormente a los Asfódelos. Y el lago Mnemósine, donde los iniciados solían ir.
La conocida puerta del inframundo de los griegos
Ya en el antepatio de Hades, se encontraban los tres jueces del inframundo, Minos, Radamantis y Éaco, los cuáles, en un trivio consagrado a Hécate, juzgaban las almas de los muertos enviándoles por tres caminos. De vuelta a los Campos Asfódelos iban las almas neutrales, que no han echo mas bien que mal. Al camino que conduce el tenebroso y oscuro Tártaro si el alma era malvada e impía. O finalmente al Elíseo (los campos Elíseos) donde se encuentran los héroes griegos.
Volviendo a Hades el dios, también luchó en la guerra de la Titanomaquia junto a sus hermanos, saliendo vencedores tras diez años de luchas, y tras esto, se realizó el reparto de la tierra que ya vimos en la historia de Zeus.
El dios se enamoró de Perséfone, la hija de Deméter, diosa de la tierra, y para lograr esposarse con ella, éste la raptó y se la llevó con el al inframundo, convirtiéndola allí en su esposa. Deméter, abatida, no aguantaba el dolor de perder a sus hijas, y Zeus, cansado de verla así, envió a Hermes para rescatarla. Pero para su desgracia, Hades procuró que Perséfone comiera seis semillas de granada del inframundo, lo que dio lugar a que esta tuviera que volver al inframundo seis meses al año, haciendo que este suceso originara a las estaciones del año, cuando Perséfone y su madre Deméter estaban junta, la tierra florecía, mientras que en ausencia de ésta, la tierra perecía.
Hades gobernaba el inframundo con mano de hierro, nadie que entrara, no podría volver salir, y menos aún, intentar rescatar algún alma varada. Tan sólo Hércules y algunos héroes griegos, con valentía y artimañas lograron burlar las órdenes del dios, entre ellos, Teseo, Orfeo, Odiseo, Eneas, y en condiciones excepcionales, Psique.
Aquí termina la historia de Hades, espero que os haya gustado, un saludo a mis lectores.
Atentamente, F. Lirola.

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