Roma, capital de una de los imperios mas grandes de la historia,
fue gobernada por muchos emperadores, algunos mejores que otros. Hoy quiero
traeros a uno que no fue de los más queridos, al artífice del “reinado del
terror”, como se conoció este breve pero intenso periodo de Roma. Su nombre era
Cayo Julio César Augusto Germánico, o como muchos lo conoceréis, Calígula. Una
tormentosa historia que ha perdurado en la historia, tal vez como un mito, pero
seguro que mas de una de sus fechorías tienen su propia veracidad.
Con sólo tres años, su padre, un gran general germano, se
acompañaba del pequeño Cayo para pasar revista a las tropas. Hizo un traje
igual que el suyo para el niño, un pequeño traje de general romano para un
infante de tres años. Calígula es el diminutivo de las sandalias romanas, las
que llevaba el pequeño Cayo César cuando estaba con las tropas.
Era
un hombre feo, débil, lánguido, alto y muy delgado, con todo el cuerpo peludo y
además aquejado por la calvicie. Era receloso con todo el mundo y estaba avergonzado
de sus defectos físicos. De hecho, ‘César’ significa ‘cabellera’. Calígula
odiaba su aspecto físico, y no sólo eso, odiaba a toda la humanidad.
Ya
de joven se vestía como el populacho y era un habitual visitante de los
prostíbulos. Le daba igual acompañarse con hombres o con mujeres, lo realmente
importante para él era disfrutar del sexo con violencia; agrediendo,
torturando… mostraba fielmente lo que sería su reinado. El dolor ajeno le
causaba placer, disfrutaba con el sufrimiento de los demás. Siendo emperador,
cuando torturaba a sus enemigos, siempre se dirigía al verdugo diciendo:
‘hiérele, hiérele y haz sentir la muerte en él’.
Se
casó 5 veces, una de ellas en secreto con su propia hermana. Dos de sus esposas
fueron inmediatamente repudiadas y otra murió durante un parto. La cuarta
esposa, Milona, se casó con él estando embarazada de ocho meses, y su hija no
era de Calígula. Sin embargo, él la trató como si fuese suya. Le encantó esa
niña al observar que la pequeña disfrutaba arañando los ojos de los otros
bebés. De inmediato la quiso como suya.
En
el año 37 el emperador Tiberio entró en coma tras una gran orgía. Ante la
muerte del gobernante quedaba como heredero Calígula, su hijo adoptivo. Los
legionarios querían que Calígula fuese emperador recordando la figura de su
padre, un querido y genial general.
Y
aquí entramos en la leyenda, porque cuando Calígula estaba a punto de ser
nombrado emperador, Tiberio inició una leve recuperación. Aprovechando que
estaba todavía débil y en la cama, hay quien dice que Calígula ordenó su
asesinato, y otros aseguran que fue él mismo quien estranguló a su antecesor.
Sea como fuere acabó con él. El mismo Tiberio aseguró en una ocasión haber
educado a Calígula para destruir al pueblo romano.
Con
24 años Calígula fue nombrado emperador, y así empezó un período de 3 años, 10
meses y 8 días conocidos como ‘El imperio del terror’. Borracho de poder, creyó
ser Dios. Todos los césares habían sido nombrados dioses tras su muerte, pero
él quiso serlo en vida. Sin duda iba a tratarse de un Dios cruel y nefasto para
los ciudadanos de Roma.
Aunque
el inicio de su reinado fue bastante tranquilo, algunos meses más tarde, sin
saber por qué, entró en una grave crisis. Terribles temblores, mirada fijada en
el infinito completamente desenfocada, espuma saliendo a borbotones de la boca…
Calígula sufría epilepsia, una enfermedad bastante incomprendida en su época.
Muchos creían que el joven emperador estaba a punto de morir. Hasta ese momento
su gobierno no era desastroso, incluso había gobernado bien. Se baraja la
opción de la encefalitis, de la esquizofrenia y sobre todo de la epilepsia
lobulotemporal. Los síntomas de esta última son similares a la esquizofrenia, y
la sufrió de por vida. Tras cada ataque era más cruel. No dormía, sólo a veces
3 horas al día en las que su fanática mente no creaba más que terribles
pesadillas. Sólo veía monstruosos seres que le pedían que siguiera matando.
Calígula
envidiaba por su fealdad y su calvicie a todos aquellos hombres que tuvieran
una poblada melena. Cuando se cruzaba a alguno por la calle ordenaba
inmediatamente que lo rapasen. Prohibió bajo pena de muerte la palabra ‘cabra’,
porque creía que se parecía a ellas. Peludas y patilargas… si alguien
pronunciaba la palabra cabra en su presencia era ejecutado de inmediato.
Gastó
todo el tesoro de Roma en un solo año. Hasta tres mil millones de sestercios en
un solo año. Sus excesos eran increíbles; mandó construir un barco con
incrustaciones de piedras preciosas para sus paseos. Uno de sus vicios era
ingerir perlas. Las disolvía en vinagre y se las bebía.
Para
su caballo Incitatus ordenó construir un establo de mármol con un pesebre de
marfil. El animal también fue dotado de grandes joyas. Lo nombró senador en un
arranque de locura. Esta es una de las excentricidades más conocidas de
Calígula, pero no es de las mayores.
Al
quedarse sin dinero hizo que las prostitutas pagasen impuestos, pero fue más
allá. Creó un prostíbulo en palacio, así que no cobraba impuestos porque él era
el dueño del negocio.
En
su locura, cada vez que alguien se enriquecía más de lo normal, cada vez que
detectaba una gran fortuna, Calígula ordenaba al millonario que lo nombrase su
heredero. Cuando alguien nombraba heredero al emperador, no vivía muchos días
más desde ese nombramiento, de hecho todos morían de forma inusualmente rápida.
Calígula los mandaba asesinar y así todas las fortunas de Roma fueron a parar a
sus bolsillos. En Roma el pánico invadía la ciudad, nadie sabía hasta dónde
llegaría el demente imperator.
Para
comer sus grandes manjares, traía presos sucios y hambrientos para poder reírse
de ellos mientras él devoraba exquisiteces. Pero disfrutaba más con otros
métodos… Eran muy comunes las decapitaciones durante las comidas, de hecho se
producían casi a diario para júbilo del loco dictador. En una ocasión, mientras
comía, hizo cortar las manos de un recluso, y con ellas mandó fabricar con la
mayor rapidez una especie de collar o colgante para el mismo preso. Lo hizo
pasear ante su mesa mientras se desangraba hasta la muerte.
Pero
no sólo disfrutaba durante las comidas. Como ya he dicho, Calígula disfrutaba
con el sexo. Le gustaba especialmente practicarlo delante del verdugo y el
torturado. También le encantaba deshacer bodas. El día del enlace aparecía de
repente y se apropiaba de la mujer. Si durante un banquete se fijaba en la
mujer de algún invitado, la señalaba y se iba a sus aposentos con ella. Si no
le complacía lo suficiente ordenaba que se divorciase inmediatamente de su
marido.
Calígula
se fijó en su hermana Drusila y concibió un hijo con ella. De hecho, Calígula
mantuvo sexo con sus tres hermanas. A dos de ellas las aprisionó, pero se
enamoró de Drusila y se casó mediante el rito Tolemaico egipcio, el único que
permitía el incesto y tenía una aceptación elevada entre el pueblo romano.
Y
nuevamente la locura de Calígula fue demasiado fuerte. Además de epilepsia,
sufría importantes ataques de ansiedad. En uno de esos ataques, loco por saber
cómo sería su hijo, abrió el vientre de su hermana, embarazada de ocho meses y
extrajo el feto de su hijo. Así fue el fin de Drusila y su hijo.
Definitivamente la cordura había abandonado al emperador.
Quienes
más lo sufrieron fueron sus propios familiares. Calígula no quería que nadie
pudiese hacerle sombra, no estaba dispuesto a permitir que algún posible
sucesor o candidato al trono pudiese conspirar contra él, así que se dedicó a
eliminar a todos los miembros de su familia que considerase potencialmente
peligrosos.
Era
costumbre en Roma saludar al emperador diciendo: ‘yo por ti, emperador, daría mi
vida en el circo’. Hasta aquel momento no era más que una cuestión de educación
y protocolo, lo que llamaríamos una fórmula de cortesía, pero con Calígula dejó
de serlo, porque en muchas ocasiones Calígula tomaba la palabra y enviaba al
circo a quien le dijese esa frase. Nobles, generales, aristócratas… acababan en
la arena del circo por este motivo. Y es que Calígula disfrutaba enviando a las
personalidades del Imperio a las minas, al circo, a construir calzadas… era
todo un divertimento para él.
Una
de sus distracciones en el circo era, con la llegada del verano y los días más
calurosos, la retirada del toldo que protegía al público del Sol. Así se
deleitaba viendo las insolaciones e incluso cómo algunos cuerpos desmayados
caían a la arena. También se divertía tirando joyas al público para provocar
avalanchas que acababan con decenas de muertos. Especialmente las tiraba entre
los senadores, para que la masa humana los devorase y muriesen aplastados.
Ordenó
erigir una gran estatua en su honor y mandó que la vistiesen cada día del mismo
modo que él bajo pena de muerte para los obreros si no cumplían sus órdenes a
la perfección. Cada día el emperador se cercioraba de que efectivamente se
cumpliera su mandato.
En
la inauguración de un puente invitó a las personalidades más relevantes de la
ciudad a subir a su barco. Cuando estaba en mitad del río, ordenó a los
soldados que los lanzasen al agua. Muchos murieron ahogados, y Calígula ordenó
que golpeasen con los remos a quienes intentasen volver a subir. Cientos de
personas murieron, la mayor parte de ellas altos cargos políticos. Durante sus
46 meses de reinado fueron asesinados miles y miles de personas.
Su
única campaña militar fue un teatro. No tuvo valor para combatir a los germanos
y britanos. Capturó algunos galos y los disfrazó como germanos. El hijo del
gran general Germánico era un desastre, una vergüenza. Volvió con más odio que
nunca, ejecutando y torturando en tal medida que la guardia pretoriana no pudo
soportarlo más. La propia guardia que debía protegerle se conjuró contra él.
Anécdotas
o cosas que hizo durante su mandato:
· Decretó que el
día de su coronación como Príncipe se denominara Parília, como si Roma hubiera
nacido de nuevo.
· Hizo que abriesen
la tumba de Alejandro Magno para coger su coraza, la cual se ponía asíduamente.
· Dio 8.000
sestercios a una criada por ocultar un crimen que había cometido su amo.
· Construyó un
puente de 5,3 km.
entre Bayas y el dique de Pozzuoli.
· Obligó a pagar
impuestos a las prostitutas romanas.
· Mandó traer
varias estatuas de los dioses más famosos de Grecia para que les quitaran las
cabezas y pusieran la suya.
· No permitió hacer
estatuas de nadie que no fuera él.
· Mantuvo
relaciones sexuales con tres de sus hermanas.
· Cuando su hermana
Drusilla estaba embarazada de 8 meses de él, cansado de esperar cómo sería su
hijo, rajó el vientre de Drusilla, acabando con la vida de ella y de su hijo.
· Desposeyó de su
magistratura a los cónsules por tres días porque no se habían acordado de su
cumpleaños.
· Desautorizó una
boda al encapricharse de la novia, con la que después se casó. Posteriormente,
al poco tiempo, la repudiaría.
· Capó al gladiador
Longino por poseer un pene mayor que el suyo.
· En cualquier
celebración elegía la mujer de un amigo y mantenía relaciones sexuales con
ella; si no le satisfacía obligaba a su amigo a que se separara de ella.
· A Valerio Catulo
le destrozó los riñones en una relación sexual que tuvo con él.
· En sus banquetes
ofrecía panes y alimentos de oro.
· Tomaba perlas
disueltas con vinagre.
· Se divertía
mofándose de los defectos de su tío Claudio.
· Quiso destruir
los poemas de Homero y los escritos de Virgilio y Tito Livio por no gustarles
lo que escribieron.
· Lanzaba riquezas
y tesoros por las calles para que la gente se agolpara en recoger la fortuna y
muriera aplastada.
· Gustó siempre de
decir frases ingeniosas y graciosas mientras se cometían los crímenes.
· Arrojó a un
caballero a las fieras; éste exclamó que era inocente mientras las fieras ya lo
acechaban; Calígula mandó sacarlo y pidió que le cortaran la lengua y que de
nuevo fuera arrojado con las fieras.
· Hizo descuartizar
a un senador y después almacenó en forma de torre los miembros seccionados.
· Le gustaba
realizar el acto sexual mientras torturaban a algún preso.
· Algunas veces
visitaba la escuela de gladiadores y luchaba con alguno de ellos; la mayoría de
las veces los gladiadores caían voluntariamente y Calígula los mataba
fríamente. Luego lo celebraba corriendo por la escuela con la palma de oro de
los vencedores.
· Obligaba a los
padres de sus víctimas contemplar las torturas y ejecuciones de sus hijos.
· A los ciudadanos
poco afines los mandaba a las minas, a las fieras, los encerraba en jaulas o
los serraba por el medio.
· Cuando besaba a
sus esposas en el cuello decía: “Una cabeza tan bella sería arrancada en cuanto
yo lo ordenara”.
· Condenó varias
veces al pueblo a pasar hambre cerrando los graneros.
· Se creía alter
ego del dios Júpiter; por las noches le hablaba diciéndole:” ¡Súbeme, o te
hundiré!”. Se creía un dios viviente.
· A su última
Milonia Cesonia, su última esposa, la llevaba delante de los soldados desnuda y
con escudo y espada mientras montaba un caballo.
‘Que
me odien, con tal de que me teman’, ésta era la máxima del emperador.
Milonia
Cesonia fue una noble romana, la última de las cuatro esposas que tuvo el
emperador Calígula. Milonia
ya había estado casada antes y además tenía ya tres hijos; no era joven ni
dotada de gran belleza, pero logró captar la atención del emperador con quien,
según Suetonio en su obra “La vida de los Césares”, compartía sus pervertidos
gustos. Milonia
sucedió a Lolia Paulina, la anterior
esposa de Calígula, de quien se había divorciado alegando esterilidad.
Milonia
cumpliría con su deber de emperatriz al dar a luz en el año 39 a la única hija reconocida
que tuvo Calígula, llamada Julia Drusilla en honor a la difunta hermana
favorita del emperador. Fue por esta época cuando se fraguó un complot en
contra del emperador, elaborado por Agripinila y Julia Livia , hermanas de
Calígula, con la participación de Marco Emilio Lépido, el viudo de Drusilla.
Milonia
murió, al igual que su esposo e hija, de solo dos años, en el mortal complot
tramado por Casio Querea en el año 41.
Finalmente
Calígula murió, y acto seguido los pretorianos mataron a su última mujer y su
hijo. No quedando sucesores claros, la guardia pretoriana buscó a un sucesor, y
el mejor de todos fue Claudio, el tío de Calígula. Lo hallaron llorando
escondido en un rincón, intentando salvar su vida. No sólo la salvó, sino que
se convirtió en el hombre más poderoso del planeta y en uno de los mejores
emperadores de la historia.
¿Y
por qué Claudio? Si Calígula había exterminado a cualquiera que pudiese
sucederle, ¿por qué Claudio, siendo su tío, se mantenía con vida? De toda la
dinastía Julia-Claudia era el único superviviente, y estaba vivo porque
divertía a Calígula. Era continuamente humillado porque era feo, cojo, medio
sordo, tartamudo, tenía tics, continuamente se le caía la baba sin que pudiese
evitarlo… a Calígula le encantaba reírse de él a carcajadas, y por ese motivo
Claudio se mantuvo con vida en el infierno romano creado por el nefasto y cruel
Calígula. Durante más de tres años Claudio fue humillado casi a diario por Calígula,
quien disfrutaba enormemente al sentirse físicamente superior. El infierno para
Claudio dejó paso al reinado más glorioso que jamás hubiese podido imaginar.
Bueno
chicos y chicas, aquí termino con Calígula, sin duda un tirano en toda regla,
pero quizás no sea el peor, el Sábado os traeré a otro emperador igual de
demente que el, o peor, quien sabe.
Un
saludo, espero que os haya gustado, un placer como siempre.
Atentamente,
F. Lirola.
Fuente:
http://www.bloganavazquez.com/2009/06/10/las-locuras-de-caligula/
impactante :O
ResponderEliminarme ha ipactado un monton me has ayudado mucho al hacer un trabjo del colegio pero quería saber si este emperador era de la edad media.
ResponderEliminarNO amigo mío, era de la Edad Antigua, la época del Imperio Romano.
EliminarSaludos.