Pero de todos el más admirado fue el Coloso del Sol, en Rodas, hecho por Cares el Lindio, alumno del Lisipo antes mencionado. Esta estatua medía 70 codos de altura.3 Después de 66 años un terremoto la postró, pero incluso yacente es un milagro. Pocos el pulgar pueden abarcar con los brazos, sus dedos eran más grandes que la mayoría de las estatuas que tenían marfil. El vacío de sus miembros rotos se asemeja a grandes cavernas. En el interior se ven magnas rocas, con cuyo peso habían estabilizado su constitución. Doce años tardaron en terminarla y costó 300 talentos, que se consiguieron de las máquinas de guerra abandonadas por el rey Demetrio en el asedio de Rodas.
Plinio el Viejo, Historia Natural
Así describe el historiador latino Plinio el Viejo al coloso que se alzaba sobre Rodas, en una de las islas del mar Egeo. Pero para saber el porqué de la existencia de esta estatua, mejor nos remontaremos unos cuantos cientos de años atrás.
Año 323 a. C., muere Alejandro el Grande de Macedonia, o como todos los conocemos, Alejandro Magno, Comienza un turbulento periodo de guerras en los cuáles el imperio se reparte en diferentes territorios. Ptolomeo I será el encargado de la zona Sur del imperio griego, dónde se comprende Egipto, parte de Libia, y las islas griegas al Norte de estos territorios.
Imperio de Alejandro Magno en su apogeo |
En el año 305 a. C., Rodas fue invadida por Demetrio I Poliorcetes. Este mandó construir torres de asedio para poder asaltar la ciudad, de las cuáles, la primera fue montada en 6 barcos que, tras una tormenta, naufragaron y fracasaron en el intento. Ante el contratiempo, el rey decide, junto con su constructor de máquinas de asedio, Epímaco de Atenas, construir una máquina de asedio aún mayor, la conocida como la Helépolis.
Reconstrucción en 3D de una máquina de asedio griega |
Epímaco construyó una máquina de casi 20 metros de altura, en la cuál, cabían hasta 200 soldados preparados para el asedio. Pero en el año 304 a. C., Ptolomeo I hizo acto de presencia en la escena bélica y Demetrio se vió obligado a dejar la construcción de la máquina "a medias" y abandonar el asedio. Y ahora es cuando comienza el origen del famoso Coloso de la ciudad.
Los griegos decidieron vender todos los materiales de las máquinas de asedio que había dejado Demetrio en el campo de batalla y venderlos por 300 talentos. Y para conmemorar tan dichosa hazaña, decidieron erigir un monumento en recuerdo de aquel gran día.
Los griegos eligieron a Cares de Lindos, natural de la isla, el cuál traía en el "reverso de su carné" el aval de haber sido discípulo del gran Lisipo, retratista de Alejandro Magno. En un principio los habitantes de Rodas querían una estatua de 50 pies, es decir, unos 15 metros, pero al saber que con tan sólo la mitad del botín podrían cubrir los gastos, preguntaron al artista cuanto costaría hacer una el doble de grande, a lo que este contestó que el doble, sin tener el cuenta que la estatua no sólo se expande a lo alto, sino también a lo ancho, es decir, 8 veces más que una estatua de 15 metros.
Esta decisión sentenciaría el destino de Cares, quién, al ver que las cuentas no le cuadraban debido a su mal cálculo, se vio en la ruina y decidió poner fin a su vida suicidándose. Otra versión más mitológica dice que en la etapa final de la construcción del Coloso, alguien encontró un defecto en la escultura y éste, avergonzado, decidió suicidarse. Esta versión carece de fuentes fiables y credibilidad, pero también es interesante, ya que no sería la primera vez que un artista hiciera eso. Volviendo a la construcción, al morir Cares, se deja en manos de Laques, otro escultor nativo de la isla, la finalización del mismo. Por fin, tras más de 10 años de construcción, se termina el majestuoso Coloso de Rodas en el año 292 a. C.
La estatua fue construida con con placas de bronce sobre un armazón de hierro, llegando a medir alrededor de 30 metros y pesando la friolera de 70 toneladas. La estatua representaba a Helios, el dios del Sol. Pero en el año 226 a. C., un terremoto hizo sucumbir al titan y se desplomó sobre si mismo, cayendo al mar. Los rodios decidieron no reconstruir la estatua por el augurio de un oráculo que negó tal acción, así que allí permaneció el gigante en el fondo del mar. No fue hasta el año 654 d. C., cuando los musulmanes llegaron a la isla y cogieron las piezas, las cuáles fueron vendidas en 900 camellos y repartidas por la geografía. El impacto de esta obra fue tal, que ni siquiera llegando a estar en pie 100 años, impresionó tanto a los que lo vieron, que fue declarada una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Ahora, hay varias cosas que hay que aclarar respecto a los mitos que rodean a este coloso;
- No, el coloso no era así de alto, esta altura estimada calculo que serían unos 50 - 60 metros de altura, ya que el barco puede alcanzar los 20 metros, pero como ya he dicho, el Coloso tan "sólo" llegó a medir 30 metros, es decir, para hacernos a la idea, una altura un poco inferior a la de la estatua de la libertad, que mide 46 metros sin pedestal. Así pues, realmente la estampa sería así;
- La estatua no estaba apoyada en un extremo de la entrada del puerto y el otro, como aparece en la imagen de arriba, sino como aparece en la que hay sobre estas líneas. En primer lugar, No sería viable una estatua de 70 toneladas, ya que cedería por su propio peso. Y en segundo lugar, el puerto de Rodas era demasiado importante como para mantenerlo más de 10 años cerrado, siendo un inconveniente tanto económica como militarmente.
- En casi todas las caricaturas de Época Medieval, o épocas anteriores o posteriores, se cree que los autores llegan a sobrestimar el tamaño hasta en 10 veces, por lo es bastante difícil encontrar una caricatura o grabado que no exagere el tamaño de la figura.
- En 2004, por la celebración de los juegos olímpicos en Atenas (lugar donde tienen su origen), Rodas pensó en la opción de reconstruir el Coloso de Rodas, opción que fue descartada por arqueólogos griegos. Finalmente, en 2008 el alcalde de la ciudad confirmó que se le encargó el proyecto de un nuevo Coloso, más grande e impactante que el original, al artista alemán Gert Hof, el cuál decidió como proyecto una estructura colosal que estaría iluminada, creando un impresionante juego de luces, y llegando casi a la centena de metros. El mismo alcalde afirmó que no querían una réplica del Coloso original, sino una nueva insignia para la ciudad de Rodas. El valor que se estima costará será de unos 200 millones de euros, y aún el proyecto está en el aire, ya que Gert Hof murió el pasado 24 de Enero de 2012.
Una pena la verdad, aunque claro, muchos hubiéramos preferido ver al viejo Coloso, aunque dudo que algún día sea posible. Si alguien tiene noticias sobre su construcción, por favor, que lo deje en los comentarios o contacte conmigo a través de las redes sociales.
Atte. F. Lirola.
Atte. F. Lirola.
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