Si bien Yugoslavia se disolvió hace tiempo, los monumentos abandonados permanecen en el recuerdo de la gloria de la nación en la segunda guerra mundial. El fotógrafo Jan Kempenaers ha viajado a lo largo de los Balcanes para fotografiar estos salvajes monumentos. Extrañas estructuras que han perdido mucha de su relevancia cultural. En varios estados de deterioro, estos monumentos (algunos edificios, otros esculturas) representan una era de modernismo y brutales arquitecturas que definían este periodo de tiempo en el Este socialista. Hoy, parecen aliens, extraños y vacíos, crudos recordatorios de una lucha hace mucho tiempo olvidada por un país que ya no existe.
Una pena, de verdad, un país precioso, en un lugar espectacular como son los Balcanes, pero por cosas de la vida, la política y los ideales, estas maravillosas e impactantes obras, han quedado desplazadas a una historia que ya ha sido olvidada, y que gracias a estas estructuras, aún no ha sido borrada.
Un saludo, un placer como siempre, espero que les haya gustado, un saludo.
Atentamente, F. Lirola.
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