Buenas tardes, buenos días y buenas noches, para unos y otros. Hace casi dos años que no publico ni un solo post en el blog, es más, he estado desaparecido, ausente. Pero todo tiene un explicación, he estado bastante ocupado, trabajando, poniendo mi vida en orden, en general, madurando.
Y dentro de este proceso, he iniciado mi pequeña carrera artística dentro de la fotografía, gracias a la Escuela de Arte de Almería, donde he conocido a varias de las mejores personas que he conocido y que sin duda me llevo conmigo para siempre.
Como dije, creo que es el momento de retomar este blog que tanto esfuerzo me tomó construir, horas y horas de escribir, estudiar, compartir y sobre todo mimar, y lo hago como una necesidad tanto personal como profesional. Personal porque adoro poder ayudar a los demás, a mis lectores, que aprendan algo nuevo cada día, que durante un momento de su vida se entretengan y se enriquezcan. Y profesional porque aprovecharé para crear un blog paralelo a este ("Fotografiart-E") en el que profundizaré más a nivel fotográfico, pondré mi trabajo, el de compañeros que quieran exponerse, ahondaré dentro de la materia en general como ya he hecho durante tantos años con este blog. En breve iré remodelando poco a poco para dar forma a esta idea que creo que es bastante interesante además de ofrecer posibilidades reales a aquellos que están dentro del mundo fotográfico.
Sin más dilación, pasemos a materia, ¡bienvenidos a todos de nuevo! 👏
Introducción histórica
1826. Hace casi 200 años, surge de entre la nada, y nunca mejor dicho, la primera fotografía, su autor; Nicéphore Niépce.
Estamos en la Francia de principios del siglo XIX, habiendo dejado atrás una época tan convulsa como la Revolución Francesa, el arte sigue siendo un lujo caro, atrayente e inspirador para cualquier ciudadano de la época.
Pero hay mentes que quieren ir más allá, quieren ser capaces de representar la realidad tal y como es, duplicarla, algo tan sencillo a día de hoy y que entonces se antojaba como una posibilidad harto complicada.
Niépce, un señor que se dedicaba a la litografía, se interesó en esta enmienda, y decidió comenzar una serie de experimentos a principios del primer cuarto de siglo. La idea era utilizar un elemento que fuese sensible a la luz, para después fijar el resultado sobre una superficie y mantener el resultado de forma permanente.
Para ello, se valió de betún de Judea (hoy lo conocemos como asfalto, por increíble que parezca) sobre una plancha compuesta por una aleación de cobre, estaño, antimonio y plomo, conocida como peltre. Niépce colocó delante de esta plancha una lente y dejo dicha plancha frente a una ventana la friolera de ¡8 horas!
Vista desde la ventana en Le Gras, 1826. |
Semejante cantidad de tiempo tiene una justificación; el betún de Judea es un material que apenas es fotosensible, es decir, su sensibilidad a la luz es infinitamente inferior a cualquier papel fotográfico o sensor de las cámaras actuales. Por tanto, estamos ante una larga exposición, contando que fue a plena luz del día, cosa que "facilitó" la obtención de la imagen.
Retiró las partes que no se habían endurecido con un lavado y de esta forma obtuvo la primera fotografía de la historia.
El taller del artista, el primer daguerrotipo, 1837. |
Tal hallazgo tuvo una repercusión discreta, pero aún así llego a oídos de un pintor de escenarios astuto para los negocios, a la vez que mezquino. Se alió con Niépce y juntos perfeccionaron el método de éste. Pero el padre de la fotografía fallecía en 1833, a lo que este segundo personaje le sacaría todo el jugo. Su nombre: Louis Daguerre.
Daguerre no tuvo escrúpulos a la hora de apropiarse de todo el trabajo de Niépce, a la vez que el hijo de este desestimó la posibilidad de reclamar la autoría de su padre para sí mismo.
Perfeccionó el procedimiento de obtener una imagen hasta que en 1837 al que bautizó con su nombre; Daguerrotipo. Niépce ya no sólo era pasto de gusanos, también de la historia.
Ventana en la abadía de Lacock, 1835. El primer de la historia. |
Al norte de Francia, en Inglaterra, Henry Fox Talbot realizaba la primera fotografía en negativo en 1835. Con el procedimiento del Calotipo, procedimiento para positivar un negativo, se convirtió en el precursor de la fotografía tal y como la conocemos.
Ya existían todos los elementos para la fotografía, un elemento capaz de capturar una imagen nítida (lentes), un elemento capaz de capturar esa imagen (planchas, etc.) y un procedimiento para positivar negativos (calotipia).
La fotografía ya había nacido, y con ella una revolución artística que infectó al resto de corrientes artísticas, quizás el descubrimiento del siglo XIX.
Como siempre, gracias, a todos, por el apoyo, las ganas de leerme, los gestos, etc. Estoy realmente emocionado de volver a retomar el blog, y como siempre, con mucho cariño escribo por y para vosotros con el fin de acercar el arte de una forma más amena, clara y entretenida.
Saludos, F. Escobar.
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